El pendón real en la Ciudad de los Reyes

Fernán Altuve Febres Lores (Universidad de Lima)

Entre las liturgias políticas de la Monarquía Hispánica en América el llamado paseo del pendón, constituyo la ceremonia más importante en las ciudades indianas.

Desde los primeros tiempos de la conquista al celebrarse cada nuevo aniversario de la fundación de una localidad de las Indias la fiesta patronal de esta sumaba a la solemnidad religiosa la alegría cívica, y así todos los grupos representativos de la población que se entendía así misma como un cuerpo, se unía a su cabeza ideal en la imagen del rey ausente, para realizar una ordenada procesión callejera  cuya finalidad era la de recibir el homenaje de los vecinos y reafirmar su acatamiento y lealtad  a la real persona.

Por lo dicho, cada ciudad o villa de la América española se convertía en un teatro de la lealtad, donde el Alférez Real y el Pendón Real o estandarte se convertían en los representantes de los vecinos y en la representación heráldica del monarca ausente.

Con el paso del tiempo esta costumbre fue recogida por la legislación indiana y en la Recopilación de las leyes de los Reinos de Indias de 1680 tuvo su consagración normativa al señalarse que:

LEY LVI.

Que da forma en el acompañamiento del pendon real cuando saliere en público.

En las ciudades de las Indias es costumbre usada y guardada, sacar nuestro pendon real las vísperas, y días señalados de cada un año, y el de Pascua de Reyes en Lima: el de San Hipólito en Méjico, le lleva un regidor por su turno, y acompañándole, para mayor honra y veneracion , el virey, oidores, y regimiento van á vísperas y misa: en Lima á la iglesia mayor, y en Méjico á la de San Hipólito. Y porque nuestra voluntad es, que esta costumbre se continúe, mandamos, que los vireyes, presidentes, y audiencias de nuestras Indias, en las ciudades principales donde las hubiere, asistan á esta ceremonia , como se hace en Lima y Méjico, y lleve el pendon el regidor á quien tocare por turno, desde el mas antiguo, donde no hubiere alférez real por Nos proveido, cuyo lugar hade ser el izquierdo del virey ó presidente, porque á el derecho ha de ir el oidor mas antiguo; y en las ciudades donde Do residiere audiencia, le acompañen el gobernador, corregidor, ó justicia mayor , y regimiento, desde la casa del regidor , ó alférez mayor que le lleva, hasta que vuelva á ella; y en cuanto al lugar que ha de tener en la iglesia, y acompañamiento, se guarde la costumbre.

Tras tres casi siglos de existencia, esta antigua ceremonia termino mutando su significado y para la primera década del siglo XIX el pensamiento ilustrado había hecho de ella una expresión de opresión y colonialismo, por ello en 1812, las Cortes de Cádiz suprimieron su práctica y esta ceremonia ya tuvo existencia para el tiempo de la independencia.

En este trabajo  estudiaremos el origen, los actores, escenarios y auge y ocaso de una ceremonia que tuvo por principal fiesta política la ciudad de Lima.

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